La bendición para todas las famílias
“La esperanza de Israel se incorporó en la promesa hecha en el momento de llamarse a Abraham, y fue repetida después vez tras vez a su posteridad: ‘Serán benditas en ti todas las familias de la tierra’ (Gén. 12:3). Al ser revelado a Abraham el propósito de Dios para la redención de la familia humana, el Sol de Justicia brilló en su corazón y disipó sus tinieblas. Y cuando, al fin, el Salvador mismo caminó y habló entre los hijos de los hombres, dio testimonio a los judíos acerca de la brillante esperanza de liberación que el patriarca tenía por la venida de un Redentor. Cristo declaró: ‘Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó’ (Juan 8:56)”
